La Amazonia es la región de Suramérica que contiene la mayor selva tropical húmeda del planeta. En su mayor parte se encuentra drenada por el río Amazonas, el más largo y caudaloso del mundo, en una extensa cuenca que tiene más de 1.000 tributarios. La importancia de la selva amazónica es de orden global. Desde el punto de vista biológico alberga una gran variedad de especies de flora y fauna, y un número elevado de endemismos; desde la mirada antropológica es sinónimo de diversidad cultural, con 420 pueblos indígenas distintos, 86 lenguas y 650 dialectos (PNUMA y OTCA, 2009).
Existen diferentes expresiones para referirse a esta parte del planeta, entre las que Amazonia, Panamazonia, Región Amazónica y Gran Amazonia son las más reconocidas. Estos términos han surgido de estudios que se han aproximado a la región con diferentes enfoques, teniendo cada uno de ellos una expresión territorial distinta, no siempre coincidente en todos sus límites.
Con alguno de estos términos se conoce, además de la selva amazónica, a la cuenca hidrográfica del río Amazonas, a las Naciones que tienen territorio en éstas, a los Estados que promueven mediante acciones conjuntas el desarrollo sostenible de la región en el marco de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica -OTCA-, a los límites artificiales de conveniencia político-administrativa, a los pueblos que la habitan y a su característica fauna terrestre y acuática.
La Gran Región Amazónica, involucra los conceptos ambientales y territoriales y sirve de marco de referencia para el Instituto SINCHI (Gutiérrez, Acosta y Salazar, 2004). Son ocho los países que junto con la Guayana Francesa tienen territorios en la región: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.