El anillo de poblamiento de la Amazonia colombiana es la continuación del sistema urbano periférico nacional en el sur del país, fenómeno que se explica por la construcción social del territorio y que significa la consolidación de lo urbano-rural, mediante la red de centros poblados y ejes viales, las coberturas antrópicas (pastos y cultivo), las áreas intervenidas -áreas transformadas- y la concentración de población en áreas urbanas. Se fundamenta en una construcción continua para la producción y circulación de mercancías. El anillo de poblamiento es un escenario común, tanto para la Amazonia colombiana como para el resto de los países amazónicos.
Las estructuras urbanas, a través de la red vial, avanzan penetrando la región amazónica desde su periferia hacia el centro, apoyadas en las regiones ya consolidadas por jerarquías y tipologías urbanas, formando una mancha continua que cierra el anillo de poblamiento, para luego prolongarse sobre el resto de la Amazonia colombiana. Así se afectan territorios protegidos, áreas de manejo especial y comunidades indígenas (resguardos, parcialidades, territorios ancestrales o territorios de comunidades indígenas nómadas) y, en consecuencia, se alteran las estructuras funcionales del ecosistema natural amazónico, debido a la actividad extractiva-productiva de generación de excedentes (autoconsumo y mercadeo).
El monitoreo de la superficie del territorio amazónico dentro del anillo de poblamiento, permite hacer seguimiento al desarrollo y avance del poblamiento urbano y de la ocupación en la región, el cual toma como insumo los mapas de coberturas elaboradas por el Instituto SINCHI. Estas áreas transformadas constituyen el núcleo del asentamiento poblacional; allí se localizan las áreas urbanas y las zonas de producción, que se estructuran mediante una red vial terrestre y fluvial, configurando en su conjunto el anillo de poblamiento amazónico.
Para calcular la extensión del anillo de poblamiento amazónico, se consideran las áreas transformadas y el área de influencia de las vías terrestres y fluviales, puesto que la existencia de estas redes permite los flujos de materia, energía e información, así como el desarrollo de la vida cultural y social de sus habitantes. La configuración del anillo de poblamiento en los años 2002, 2007 y 2012 revela el avance de este proceso de ocupación. Para el año 2002, la extensión del anillo se calculó en 92.608,19 km2; para 2007 su superficie sumaba 94.856,81 km2, con un crecimiento del 2% con relación al primer año de referencia, y en 2012 alcanzó los 105.557,39 km2, registrando un crecimiento del 10 % con respecto a 2007.
En 2002, la extensión del anillo correspondía al 19,17 % del territorio amazónico colombiano; en 2007, al 19,63 % y en 2012, al 21,85 % de la región.