A finales de 2016 cerca de 300 indígenas de 22 comunidades del Amazonas colombiano le dieron su espaldarazo a la designación del complejo de lagos de Tarapoto como sitio Ramsar, la máxima medida internacional para la protección de lagos, ríos, acuíferos subterráneos, pantanos y manglares que, debido a su importancia biológica y cultural, necesitan un manejo especial.
Gracias al trabajo conjunto entre el Ministerio de Ambiente, la Fundación Omacha, el Fondo para la Conservación de la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), Corpoamazonia, Sinchi y las comunidades indígenas Ticuna, Yagua, y Cocama, hoy la decisión es una realidad. En total se protegieron 45.463 hectáreas que cobijan una riqueza natural abrumadora que va desde el caimán negro y los jaguares, hasta delfines rosados, manatíes, nutrias y el pez pirarucú.
El lugar es un paraíso verde, ubicado a tan solo 20 minutos del municipio de Puerto Nariño, que se ha convertido en un destino apetecido por sus cerca de 900 especies de plantas, 244 de aves, 176 de peces, 30 de reptiles, 201 de mamíferos y 56 de anfibios.
Una vez que el humedal es incluido en la lista, el Gobierno colombiano se compromete a adoptar las medidas necesarias para conservar las características ecológicas de dicho ecosistema, promover el uso racional de los recursos y prohibir la minería y los grandes monocultivos. Tarapoto adquiere un nuevo estado a nivel nacional e internacional...
