Instituto SINCHI
En el imaginario colectivo nacional la Serranía de Chiribiquete se ve como un lugar remoto, primitivo y rodeado de misterio. Su flora y su fauna tienen características muy particulares que, unidas a las extrañas formas de su primigenia geomorfología, constituyen un archipiélago biótico formado por tepuyes enriquecidos por muy antiguos pictogramas, con lo que conforma un paisaje excepcional, que revela su carácter de espacio ritual y único.
Revista
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En el imaginario colectivo nacional la Serranía de Chiribiquete se ve como un lugar remoto, primitivo y rodeado de misterio. Su flora y su fauna tienen características muy particulares que, unidas a las extrañas formas de su primigenia geomorfología, constituyen un archipiélago biótico formado por tepuyes enriquecidos por muy antiguos pictogramas, con lo que conforma un paisaje excepcional, que revela su carácter de espacio ritual y único.
Esta sorprendente región ha recibido diversos nombres que resaltan éste carácter. En la lengua de los habitantes ancestrales ya desaparecidos de la región, los upichia, se la conoce como “Memeimi Meje” que tiene profundas resonancias de misterio y antigüedad, pues significa “los ecos del silencio”. Entre los diferentes nombres que le dan grupos indígenas actuales recojo el de “la casa de las estrellas”, que la liga a la Vía Láctea tan presente en su visión cosmogónica y “La maloca del jaguar”, que la relaciona estrechamente con éste poderoso y mítico animal.
Desde hace milenios, Chiribiquete ha sido un lugar sagrado para los pobladores de una vasta parte de la Amazonia. Su paisaje pictográfico y natural tiene un carácter excepcional como patrimonio vivo para los grupos indígenas vecinos, a lo que se agregan evidencias que apuntan a que también habitan en él grupos no contactados o en aislamiento voluntario, lo que lo convierte en un espacio de la mayor importancia no solo para Colombia y la gran cuenca amazónica, sino para toda la humanidad.
Lo cierto es que el Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete (PNNSCh) es uno de los territorios menos conocidos y más complejos del país, ya que en él confluyen y se articulan diversas provincias biogeográficas. Además, debido a su aislamiento y lejanía se encuentra en excelente estado de conservación, lo que lo constituye como uno de los cada vez más raros espacios con escasa intervención humana en el planeta. La preservación y el respeto de sus valores culturales y naturales representan un imperativo ético y social con un enorme valor.
Con motivo de la celebración de los 10 años de Colombia Amazónica, su Consejo Editorial consideró que debería darle a éste número un carácter especial y dedicarlo íntegramente a la difusión de los resultados de las últimas expediciones científicas llevadas a cabo en el PNNSCh, adelantadas mediante un importante esfuerzo conjunto de calificados investigadores de reconocidas universidades, organizaciones no gubernamentales y centros de investigación, con el apoyo de entidades estatales entre ellas el Instituto SINCHI, el cual acogió la iniciativa con gran entusiasmo en cumplimiento de su misión de contribuir a la difusión del conocimiento sobre la Amazonia, para propugnar por la conservación y aprovechamiento sostenible de sus ecosistemas y servicios ambientales.
La excepcionalidad de Chiribiquete amerita, claramente, la formulación de una política específica que lo proteja y de planes de manejo realistas y concretos que la apliquen con eficacia. Más aún, siendo la Serranía un patrimonio de importancia global, el Estado colombiano tiene el enorme reto de proteger y mantener la integridad de sus especiales atributos culturales y naturales, lo cual depende de una decidida voluntad política en el más alto nivel.
Para cumplir con éste propósito el Gobierno Nacional ha formalizado una nueva ampliación del parque, con lo cual será la mayor área protegida del país con 4.2 millones de has y está adelantando ante la Unesco su ingreso a la lista de áreas que integran el Patrimonio de la Humanidad, lo que implica que el gobierno debe asignar los recursos financieros y humanos necesarios para conservarlo y protegerlo, adelantar las investigaciones para el mejor conocimiento de sus características culturales y ecológicas, realizar los estudios socioeconómicos sobre las necesidades de las comunidades locales ubicadas en su zona amortiguadora y aplicar estrictamente las medidas preventivas necesarias para evitar los posibles contactos entre las comunidades no indígenas y otros agentes eternos y los miembros de las comunidades aisladas que no tienen contacto con el mundo exterior.
Sin embargo, el contexto sociopolítico actual en el que se ubica el PNN es complejo y caótico. Las amenazas para su preservación son muchas y variadas: la galopante deforestación de sus vecindades, entre ellas en el PNN Tinigua, causada por la expansión de la frontera agrícola y los cultivos ilícitos sobre zonas que antes estaban protegidas por el temor que causaba que fuera un espacio dominado por las FARC, el avance de la minería ilegal de oro y de coltán con sus pavorosas consecuencias socioambientales, amén de otras actividades como la construcción legal e ilegal de vías y el riesgo del impacto del turismo no controlado, hacen urgente iniciar la aplicación de los planes y acciones para su efectiva protección. Con éste propósito hemos incluido una visión panorámica del contexto de presiones y riesgos que rodean el parque y propuestas de política para lograr su exitoso manejo
Desde el punto de vista de Colombia Amazónica, en su carácter de revista del Instituto SINCHI, nuestra contribución inicial a la conservación del PNNSCh consiste en presentar los resultados de las más recientes investigaciones sobre sus características culturales y naturales, incluyendo la visión de la importancia del significado de la Serranía y su preservación desde una perspectiva indígena.
Complementan éste número especial una investigación histórica y cartográfica sobre el paulatino avance del conocimiento de la región y una infografía que presenta los resultados amigablemente para hacerlos accesibles al público general.
Finalmente, quiero expresar mi agradecimiento a los autores, todos ellos participantes en las expediciones, a los pares evaluadores por sus sugerencias y comentarios que enriquecieron los manuscritos originales y al equipo editorial, quienes con inmensa generosidad, dedicación y entusiasmo, contribuyeron a conformar este número especial que destaca la excepcional riqueza y variedad del Parque Nacional Natural de Chiribiquete, en conmemoración del décimo aniversario de nuestra revista.
Ernesto Guhl Nannetti
Editor