Con el fin de conservar la conectividad en corredores biológicos de los departamentos de Caquetá, Guainía, Guaviare, Meta, y Putumayo, el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI con la participación de comunidades locales, adelanta estudios de corredores de conectividad a escala local.
En el proceso es analizada y evaluada la contribución en la conectividad de los parches o fragmentos de bosques, a la planeación agroambiental de las fincas a fin de garantizar la movilidad y funcionalidad de las especies de fauna existentes en la región.
Para el ejercicio han sido analizadas cuatro especies de mamíferos y un primate, clasificados según su rango de movilidad y las áreas mínimas de bosque requeridas como hábitat para definir especies con distancias de dispersión: corta, media y larga.
El armadillo o gurre de nueve anillos (Dasypus novemcinctus) y la lapa (Cuniculus paca), se definieron como especies de dispersión corta; el zaíno (Pecari tajacu) y el mico maicero (Sapajus apella) de dispersión media y el cajuche (Tayassu pecari) de dispersión larga.
El análisis, además de contribuir en la conservación y conectividad de los bosques, permite identificar qué áreas requieren ejercicios de restauración o enriquecimiento con especies forestales en las fincas, para facilitar los flujos ecológicos y el movimiento de los organismos a través del paisaje.
Mapa de zonificación agroambiental en el departamento del Caquetá - Bajo Caguán. Fuente: Instituto SINCHI
La conectividad ecológica es un factor clave en la conservación de la biodiversidad para el mantenimiento de la estabilidad e integridad de los ecosistemas naturales, porque asegura la dispersión de las especies, el flujo de genes necesarios para mantener las poblaciones y las funciones ecológicas a nivel de paisaje.
La iniciativa, que hace parte de las acciones desarrolladas por el SINCHI con el proyecto GEF6 Corazón de la Amazonía, financiado con recursos del Banco Mundial - Programa Paisajes Sostenibles para la Amazonía (ASL, por sus siglas en inglés), también busca que las comunidades valoren aún más los bosques y que se comprometan a replantear sus sistemas productivos hacia la sostenibilidad ambiental y económica, para garantizar la armonía entre el hombre y la naturaleza.