13 de febrero. Bahía Solano, Chocó. El Pacífico Norte Chocoano es un territorio que, por herencia, destaca en el co-diseño de estrategias agroecológicas para el uso de la biodiversidad. Los saberes heredados de padres a hijos han posicionado a la vainilla, el coco y la pesca artesanal marina, como las cadenas de valor con más oportunidades para el fortalecimiento de capacidades que, desde el Proyecto ABRIGUE, se adelantan a partir de la creación de plataformas de innovación.
Para Pablo Tittonel, investigador del CIRAD, la forma de producción ejecutada en el departamento del Chocó ya es agroecológica: “Sus prácticas productivas son heredadas por sus padres y abuelos. Desde generaciones anteriores se viene articulando la agricultura con el conocimiento ecológico y los saberes ancestrales”. Entendida como una ciencia, un movimiento social y una práctica, la agroecología se puede asociar a una mesa triangular sostenida por tres patas. Sólo es posible y se mantiene, cuando se vinculan las actividades económicas y técnicas relacionadas con el tratamiento del suelo y el cultivo de la tierra para la producción de alimentos, con la relación de los seres vivos con el entorno y los conocimientos locales.
De allí la importancia de entender la estrategia de trabajo como un intercambio de saberes: los actores conocen su territorio, los científicos desarrollan tecnologías y, para alcanzar una articulación exitosa, el proceso requiere de metodologías que permitan identificar las fortalezas, los desafíos y las oportunidades particulares de cada cadena.
Es así como durante la agenda ejecutada del 25 al 31 de enero en la cabecera municipal de Ciudad Mutis y el corregimiento de El Valle, Bahía Solano, el equipo técnico ABRIGUE desarrolló un “café del mundo”, una cartografía agroecológica y una matriz del estado deseado, como metodologías para el reconocimiento entre participantes y sus ideas. Allí productores, transformadores y comercializadores de las cadenas identificadas, acordaron junto a los científicos, la creación de tres plataformas de innovación para la ejecución de encuentros en aras de tejer conocimiento y co-diseñar estrategias que mejoren, escalen y hagan más rentable el aprovechamiento de los recursos naturales que son espina dorsal de sus actividades económicas.
3 plataformas de innovación recuperan los saberes tradicionales
“Coco-innovación Ancestral”, “Vainilla Aroma Pacífico Norte” y “Pescando Innovación y Soberanía”, son las tres plataformas con las que ahora cuenta el departamento noroccidental para el co-diseño e implementación de estrategias agroecológicas y bioeconómicas que permitan alcanzar tres grandes objetivos establecidos a partir de esta acción: la coordinación de acciones que posicionen a la vainilla como oferta ambiental del territorio y su producción sostenible, el fortalecimiento del trabajo organizativo y comunitario para el mejoramiento de la calidad de vida de los integrantes de las plataformas, y el establecimiento de pilotos en áreas de cultivo y sitios de manejo y transformación de las comunidades, para la medición de emisiones de CO2 de las actuales prácticas.
A partir de la implementación de dichas estrategias en los procesos productivos y de transformación que se trabajarán en la región, se busca pasar de 4,1 Mton CO2eq (Millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente) en el sector agropecuario a 1,1 Mton CO2eq, lo que se reflejaría en la reducción de 3 Mton CO2eq aproximadamente, una cifra que contribuye al cumplimiento de las metas NDC de Colombia, y al mejoramiento de la sostenibilidad de las cadenas.
Según Mauricio Bechara, investigador de la UTCh y líder de la acción en la región, el trabajo particular con las comunidades del Chocó, reconocidas bajo la Ley 70 de 1993 como dueñas del territorio y grupo poblacional especialmente cobijado por mecanismos de protección de la identidad cultural y los derechos como grupo étnico, ha hecho de la gobernanza un escenario específico en el que el fomento de acciones para su desarrollo económico y social, cuente con avances puntuales para el co-diseño de estrategias AEBE desde ABRIGUE: “La ciencia está dibujando un nuevo horizonte y esta vez funcionará como herramienta para que los territorios se empoderen. Los conocimientos científicos e institucionales llegan para fortalecer los saberes y estos, a su vez, las prácticas”, destacó.
Tradición, identidad, soberanía alimentaria y economía local
Con la trazabilidad en el tiempo del quehacer tradicional y la articulación local y comunitaria, es posible reconocer la importancia de ambos como herramientas y procesos. De allí que su valor, junto a las acciones del proyecto, se refleje en la posibilidad de intercambiar el conocimiento propio de la región con el acervo científico que albergan las instituciones, para promover acciones que garanticen no sólo la sostenibilidad de las cadenas, sino también la apropiación de la ciencia y la democratización del conocimiento, factores hoy posibles gracias a la labor desarrollada a través de ABRIGUE por la Unión Europea, el Instituto SINCHI, AGROSAVIA, CIRAD,
la UTCh y MinCiencias.
Como bien lo resumieron las cantaoras en el encuentro, para los pueblos negros del pacífico norte colombiano, el aprovechamiento de la biodiversidad significa tradición, identidad, soberanía alimentaria y economía local: “el coco es un producto que se cultiva en la región, por eso en nuestras familias es parte de la nutrición”. En sus labores se encuentra la vida hecha resiliencia, fuerza y autenticidad, tres factores a los que el país y el mundo le apuestan para garantizar los recursos naturales de futuras generaciones y la calidad de vida de quienes desde distintas orillas se adhieren a su potencial para creer en un mejor manejo de la selva y el mar. Por la capacidad y sentido de pertenencia con la que los chocoanos hoy se suman a la transición hacia la agroecología y la bioeconomía, Colombia continúa abriéndole las puertas a la innovación como un factor siempre trazado en positivo y con las características necesarias para obtener condiciones reales de igualdad de oportunidades.
Sobre el Proyecto ABRIGUE
El Proyecto ABRIGUE: fortalecimiento que transforma, financiado a través de la Iniciativa DeSIRA de la Unión Europea y la cooperación del Instituto SINCHI, AGROSAVIA, CIRAD, la Universidad Tecnológica del Chocó y MinCiencias, busca contribuir a la adaptación al cambio climático de comunidades rurales por medio del desarrollo e implementación de agroecología y bioeconomía circular en territorios prioritarios de frontera forestal y marina, y aportar a la reducción de la deforestación con un enfoque multiescala y multi-actor que fomente la creación de capacidades, investigación, cooperación y política. Durante su ejecución, ABRIGUE concentrará sus esfuerzos en el fomento de la innovación regional para el mejoramiento de producción agroecológica, el fortalecimiento de capacidades de los productores y sus organizaciones locales, el mejoramiento de cadenas de valor en cuanto a rentabilidad, resiliencia frente al cambio climático y su huella de carbono, y el desarrollo de capacidades, gobernanza y marco político al nivel nacional y regional; beneficiando a 4.182 familias rurales de los departamentos de Chocó, Meta y Caquetá.
Valentina Ruiz Niño
Comunicadora
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